miércoles, 1 de junio de 2011

SOMBRA







Estaba paralizado por un miedo que le congelaba desde la espalda hasta la punta de los dedos, que le erizaba la piel y le confundía sus sentidos. Estaba ahí parado sintiendo esos ojos detrás de él, que le penetraban encogiéndolo en esa extraña noche. No podía mirar hacia atrás, no quería mirar hacia atrás, no debía mirar hacia atrás. Su respiración acelerada y un peso que se le clavaba en la cabeza aumentaba su terror. Sus ojos se le agigantaron e intentó gritar, pero de su boca nada más que leves gruñidos se habrían paso en su miedo. Necesitaba gritar, necesitaba liberar esa angustia, necesitaba expulsar su terror, pero intuía que nadie podía escucharlo, nadie podía venir en su ayuda, nadie podía rescatarlo, se encontraba solo en aquélla antigua casa, donde nadie más tenía que estar ahí a esa hora, nadie más tenía que caminar por ese pasillo, pero en medio de la oscuridad alguien estaba detrás de él, respirando y acercándose ...
… A su lado, pasó levitando una sombra humana, que sin percatarse de su existencia, se abrió paso por el pasillo, abrió la puerta que lo separaba del dormitorio principal y entró en el.
Cuando el nochero recuperó la movilidad de sus músculos, tras volver a sentir su sangre recorriendo su cuerpo, logro caminar lentamente hacia la puerta de la casa, salió hacia el extenso antejardín y en silencio esperó que amaneciera




Felipe Olaechea


colección Fotografias y Cuentos "OJOS DE MAR"